4 Ideas para mejorar los ejercicios de co-creación
Como típicamente ocurre en esta industria, cada tanto aparecen buzzwords, términos que por su encanto y promesas de negocio se normalizan al interior de las empresas, pero sobre los cuales existe poca experiencia práctica. Gartner muestra en su Hype Cycle for Emerging Technologies este efecto. Este ha sido el caso de big data, analítica avanzada, design thinking y la co-creación.
La co-creación es el ejercicio de construir en conjunto con clientes y proveedores, la visión final del producto. Aterrizando así las expectativas y posibilidades a datos reales. En los últimos años se ha generalizado su uso y, sin desconocer su valor, nos enfrentamos a algo que se ha vuelto paisaje. A la luz del 2021 se volvió “otro ejercicio de co-creación más”. Perdió su valor, y las caras largas y miradas de sospecha por parte de los stakeholders son más comunes cuando se menciona como un siguiente paso.
En Grupodot nos gustan mucho los ejercicios de co-creación, los consideramos una parte fundamental para entender las soluciones que se deben desplegar y una herramienta útil para aprender sobre el negocio de nuestros clientes. Con esto claro, hay 4 pasos para que hacer que los ejercicios de “co-creación” no sean una larga lista de deseos, sino más bien un ejercicio de priorizar lo que es viable y lo que es necesario.
1. Entender las tendencias de la industria: Aquí buscamos ser pragmáticos. Existe un océano de fuentes gratis y pagas para saber qué es tendencia en inteligencia artificial para industrias específicas. Los ejercicios de co-creación se enriquecen en la medida en que los clientes se inspiran en casos de uso. ¿La forma más rápida de hacerlo? Google.com y buscar “tendencias inteligencia artificial en sector X”. Esto le da al lector un brochazo, en media hora, para saber qué posibilidades hay para ellos.
2. Entender los objetivos del negocio: Todas las empresas tienen estrategias, los objetivos de negocio son el driver principal de los proyectos de datos. Una sesión de co-creación siempre tiene un capítulo de objetivos del negocio. La manera más fácil de que la co-creación aporte, es saber cuáles son las áreas del negocio que tienen mayor responsabilidad y más dolores que se pueden cubrir entendiendo mejor los datos.
3. Entender los datos disponibles: Es muy tentador querer abordar los mismos casos de uso que fueron éxito en otras empresas, normalmente tienen ROI comprobados y se ven atractivos en sus encabezados. Lo que normalmente evaden los casos de éxito es hablar del dolor de cabeza que debió ser extraer datos, limpiarlos, descartar lo que no servía y darles una calidad suficiente para el proyecto.
Según el libro The Big Enterprise Datalake, el 70% de esos proyectos se va en lo que conocemos como “moler datos”, eso asumiendo que hay suficientes por donde empezar. Es fácil hacer un levantamiento previo de fuentes de datos y un sondeo general de cuál es la calidad de estos. Esto hará que la sesión de co-creación entiendan las restricciones bajo las que trabajan, y la lista de deseos se vuelva más probable.
4. Dispuestos a vender internamente: Ninguna propuesta exitosa avanza sin el empoderamiento del C-level. En algún momento deben estar sentados en la mesa áreas de negocio, directivos, tecnología y proveedores. Esto implica que el área dueña de avanzar en estas iniciativas, venda internamente los proyectos. Para ello, es crucial haber cubierto los primeros tres puntos.
Adicionalmente, Douglas B. Laney, plantea en su libro Infonomics, que el fin último debería ser monetización de datos. Entendido como encontrar nuevas fuentes de ingresos u optimizaciones que “paguen solos” cada proyecto o iniciativa que se emprenda. Para lograr que el ejercicio de co-creación tenga un fuerte componente de monetización, Laney plantea:
- Entender que la monetización es un proceso experimental, de evolución y en muchas ocasiones, de ser los rebeldes de la compañía.
- Inspiración multi-industria.
- Validar si las pruebas pasan el checklist de lo posible.
- Testear el mercado.
Finalmente, la cocreación es una herramienta fundamental para definir proyectos de Big Data. Pero para evitar que se vuelva parte del paisaje, nuestra recomendación es cubrir los puntos antes mencionados y que esos 60 minutos de reunión no sean “una cocreación más” sino un paso adicional en una estrategia de transformación digital dirigida por datos.
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